domingo, 1 de marzo de 2015






La inspiración no tenía lugar hoy,
así que he procedido a robarle
 la foto a mi yo de hace unas
 horas.

domingo, 22 de febrero de 2015

En una de esas veces en las que el tiempo iba más despacio de lo habitual para mí -algo que suele ocurrir de lunes a viernes, normalmente entre la hora en la que el sol cambia las sombras de izquierda a derecha y el momento en la que estas desaparecen, cuando en mis auriculares se escucha algún compás binario que se acopla a mis pasos- llegué a tropezar con un maletín negro bastante pesado, según me dijo mi pie, que había dejado tirado una señora despeinada con una goma para el pelo aún enredada en los dedos, aunque no estoy seguro de quién había dejado tirado a quién.
Quizás me arriesgaba al pensar en la palabra señora ya que aunque su ropa decía seriedad y estrés su postura decía despreocupación o quizás agonía (nunca supe diferenciar los sentimientos de forma física), pero su pelo sugería juventud.
Yo que caminaba a cámara lenta, al contrario que el viento, pensaba en la historia de aquel ser de maletín que yacía en el césped... Quizás...

A) ...se había rendido tras un agotador día en ese trabajo no deseado que tan sólo comenzó como un pase de ayuda para, en un futuro, poder vivir plenamente aquello que soñaba entre sábanas aunque el insomnio no la dejara dormir bien.

B) ...iba mirando los pájaros y recordó cómo aquel trabajo que tan sólo comenzó como un pase de ayuda para, en un futuro, poder vivir plenamente aquello que soñaba se había convertido en su indestructible rutina haciendo que aquel sueño se esfumara volando como dichos alados. La derrumbó primero por dentro y, al instante, por fuera.

C) ...tan sólo era un bajón de azúcar o un simple mareo... ¿Debería haberle preguntado si se encontraba bien o algún otro cliché social?

Cuando salí de aquel trance de pensamientos sin sentido saqué mi móvil para hacer como que alguien me escribía provocando en mi un cambio en el sentido de la marcha, ya que se me había pasado la esquina por la que tenía que girar y no quería que alguno de los otros individuos que continuaban en paralelo me acusaran en su mente de algún tipo de traición al sentido habitual de la sociedad, o de despistado. 



Aviso: Hoy no hay foto, podéis intentar imaginar 
vuestra propia imagen.


P.D.  Me gusta poner el texto en justificado porque 
los espacios entre las palabras forman dibujos 
que dan lugar a la imaginación.